El presidente Luis Abinader dio inicio simbólico a los trabajos para convertir al Puerto Duarte, en Samaná, en una terminal turística a la que llegarían más de un millón de cruceristas en su momento de esplendor.
Esta es la segunda vez en las últimas dos décadas en que el Gobierno firma un contrato con una empresa privada para intervenir este muelle y con la promesa de llevar el turismo a Arroyo Barril.
La administración de Hipólito Mejía lo entregó a la empresa Valey Force Corporation en el año 2001 por 30 años para fines similares con un contrato que luego fue modificado en el período de Leonel Fernández.
La inversión de 100 millones de dólares y los 3,000 barcos que se anunciaron nunca llegaron y el puerto seguía su letargo.
El senador Pedro Catrain, de Samaná, dijo que esta compañía pedía una indemnización de dos millones de dólares para rescindir el contrato, debido a que los 30 años de la concesión no se habían agotado.
«Tenía un contrato con el Estado dominicano que fue dado en el gobierno de Leonel Fernández y hubo presión incluso de esa persona que tenía esa concesión que quería reclamar algún dinero al gobierno del presidente Abinader, pero el presidente Abinader estudió esa situación y se determinó que ese contrato ya no tenía ninguna validez«, indicó el legislador.
En su opinión, se trató de «un beneficio político a una persona».
Sin embargo, el director ejecutivo de Autoridad Portuaria Dominicana (Apordom), Jean Luis Rodríguez, y el de la Dirección General de Alianzas Público Privadas (Dgapp), Sigmund Freund, dijeron desconocer la existencia de esta concesión.
«No tenemos conocimiento de que hubiese una concesión aquí en este puerto… No conozco esos detalles, de ser así, pero lo que tengo conocimiento como Autoridad Portuaria, los documentos que se nos presentaron alguna vez, quienes se hacían llamar que eran concesionarios de este puerto nosotros validamos que no, que no era así», aseguró Jean Luis Rodríguez.
El presidente Luis Abinader dijo que este muelle estaba subutilizado. «Nosotros no solamente hacemos muchas nuevas obras, sino que también vemos obras que, como esta, estaban subutilizadas para sacarle el provecho a inversiones que hicieron gobiernos anteriores», remarcó.
Primer contrato
El nuevo contrato para convertir el Puerto Duarte en el «Port Samaná» es muy distinto al anterior, pues se trata del primer proyecto de infraestructura en el país que se desarrollará mediante un contrato de alianza público-privada.
- «La Autoridad Portuaria y la Dirección General de Alianzas Público Privadas, junto a la inversión privada, han desarrollado un ambicioso plan de acción que contempla la construcción y aprovechamiento del Puerto Duarte, reconvertido en Port Samaná, con el objetivo de posicionar al país como el hub de cruceros en el Caribe», señaló Abinader.
La obra será ejecutada por PDAB Port Investments, Sociedad Gestora S.A., con una inversión de US$68 millones. Podrá recibir dos cruceros al mismo tiempo.
La propuesta privada para la conversión se llevó a cabo en el marco de la Ley 47-20 y su reglamento de aplicación, bajo la modalidad de alianza público-privada.
El proyecto:
La idea es que el visitante pueda conocer la provincia y visitar zonas representativas, como Cayo Levantado y el Salto del Limón, y ver las ballenas jorobadas cada año.
La terminal de cruceros contaría con una zona de facilidad turística complementaria en la que los cruceristas tendrán la oportunidad de encontrar opciones de esparcimiento y diversión.
Para eso, construirán un parque acuático de 24,610 metros cuadrados, mercado artesanal, una zona comercial de 31,850 metros cuadrados, una oferta gastronómica y actividades recreativas y culturales.
El presidente Abinader espera que lleguen cruceros desde Miami, Puerto Rico, Cuba, Curazao, Barbados, Montego Bay, Santa Lucía, Tampa Bay y Nueva York.