A más de 48 horas de la explosión en San Cristóbal, los parientes de Héctor Ramón Cuello Ramírez, de unos 50 años, lo buscan desesperadamente en hospitales y morgues, tanto de San Cristóbal como de Santo Domingo, con la idea de recibir una noticia positiva.
Cuello Ramírez es un mecánico, que según las informaciones que manejan sus parientes, acompañaba al soldador que trabajaba en la fábrica de plástico donde comenzó la explosión la tarde del pasado lunes. Desde ese día no saben nada de él.
Las autoridades han contabilizado 27 fallecidos y 59 heridos en el estallido ocurrido en la calle Padre Ayala con Dr. Brioso, en Villa Valdez, en el centro del municipio de San Cristóbal. Este miércoles, el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) detuvo la búsqueda de cadáveres entre los escombros, pero la esperanza de la familia del señor Cuello Ramírez es verlo con vida.
Mientras otros parientes están en los centros de salud de Santo Domingo, su cuñada Joselin Chalas se mantiene en el lugar de la tragedia a fin de dar con su paradero.
«Lo hemos buscado en las morgues, para ver si podíamos reconocer aunque sea el cuerpo. Hemos ido a hospitales en Santo Domingo, el Inacif, al Ney Arias Lora», expresó Chalas.
Agregó: «Tenemos la angustia, la preocupación, pero tenemos la esperanza de que pueda aparecer dentro de los que están vivos».
Una de las versiones que tiene es que su pariente reparaba un carro en el lugar de la tragedia. Otra persona le dijo que se encontraban con el soldador dentro de la fábrica.
Buscan un empleado:
De igual manera, otras personas buscan a Francis Julián Mateo Encarnación, empleado que tenía cuatro meses laborando en el área de servicio al cliente en la Agroveterinaria La Esperanza, uno de los negocios destruidos.
José Ramírez Rivera, representante de ese negocio familiar, narró que todas las personas que estaban dentro pudieron salir, excepto su compañero. También esperan hallarlo con vida.
Ramírez Rivera, quien recibió una herida leve huyendo de la explosión, indicó que los rescatistas le informaron que todavía no han podido entrar inspeccionar el lugar para determinar si el cuerpo del colaborador está dentro.